El impuesto al valor agregado es la nueva obligación tributaria para prácticamente todos los contribuyentes de Costa Rica, tan solo con algunas excepciones.
El IVA, como su nombre lo dice busca gravar el valor agregado a lo largo de la cadena de valor de un bien o servicio.
Podemos ver como ejemplo, unos pantalones ejecutivos.
Digamos que usted compró la tela a la fábrica y pagó por ella 100 colones, por lo que debió pagar además 13 colones de IVA a su proveedor.
Esa tela la vendió a una tienda, por 150 colones, y cobró el IVA sobre ese monto, es decir 19.5 colones.
Cuando realice la declaración del IVA, esta contemplará la diferencia entre el IVA cobrado a sus clientes (19.5 colones) y el IVA que usted pagó a sus proveedores (13 colones), por lo que deberá declarar y pagar ante Hacienda un IVA de 6.5 colones.
Lo mismo sucede con la tienda que le compró la tela y la vendió a la costurera. Es decir, cada uno de los actores de la cadena de valor tributará por el valor agregado en su etapa del producto hasta llegar al cliente o consumidor final.
Tenga en cuenta que el IVA de Costa Rica se complica con las diferentes tasas del impuesto y los diferentes tipos de exenciones. Según sus tipos de ventas, así son los derechos de acreditación de su negocio.
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